Infiltración

-Gaara entra desapercibido en la Aldea Oculta Entre la Arena. Aparece en una leve ventizca sobre uno de los edificios más altos de la Aldea. En su espalda llevaba su Hyötan, repleto de arena reforzada con Chakra y sangre. Sus ojos recorrían llentamente la Aldea, observando a todos los Aldeanos que lo odiaban en su niñez, y su completa impotencia al no notar al Shinobi que estaba sobre ellos-

Qué fácil sería asesinarlos a todos ahora...
Si valiera la pena...
Pero todos son unos inútiles... Son simples insectos...
Todos...

-Espera unos minutos, mientras cierra sus ojos, recordando su pasado...-

-Un poco de arena comienza a arremolinarse en torno a Gaara, el cual se limita a abrir los ojos, al escuchar la voz de la muchacha. Luego de unos instantes, al recordar de quién era ésa voz, abre su boca para decir...

Matsuri...
Han pasado años sin oír tu voz...

-Gira un poco la cabeza, para observar a la kunoichi de reojo-

Tu voz tiembla...

-Vuelve a mirar al frente, sin prestarle demasiada atención.
La arena de su alrededor disminuye su velocidad, pero sin cesar, continúa su movimiento-

Ya estoy acostumbrado a causar esa impresión...

Acaso el hijo del antiguo Kazekage...
Y el hermano mayor del actual...
Debe tener un motivo para volver a su Aldea?

-Con ayuda de la arena de su Hyötan, Gaara se coloca de pie, aún de espaldas a Matsuri-

Ahora es mi turno de preguntarte...
Qué haces en este lugar?...
Y con eso me refiero a estar detrás mío, amenazandome.

-Vuelve a girar un poco la cabeza, para observarla-

Eso se debe a que...

-Su voz se quebró un momento, mientras bajaba la mirada-

No quiero sentirme vulnerable...
Ante un arma más peligrosa que cualquier navaja...

Sabes bien cómo soy yo...
Conoces mi pasado... Sabes que eres una de las pocas personas de las que no desconfiaría...
Y a las que no le haría daño...

-Lentamente, voltea, colocándose frente a ella, pero con la mirada aún clavada en un punto entre su cuerpo, ya que no quería verla a los ojos-

A eso me refiero con vulnerable...

-Cuando le levanta la cabeza, Gaara toma ambas manos, y la coloca contra la pared, mirándola de una manera extraña... Una mezcla de odio y tristeza se reflejaban en sus ojos-

Si, miedo...
Miedo de hacerte daño, Matsuri...
Si eso pasara... No sé qué haría...

-Gaara la escucha, mientras cierra los ojos, aún portando esa expresión en ellos.
Lentamente suelta a Matsuri, bajando los brazos, junto con la mirada-

Gomene...
Es que... Tengo mucho resentimiento dentro de mi...
Demasiado odio que ya no puedo contener...
No me fui de la Aldea porque sí... Matsuri...
Soy un asesino... No puedo contenerme...
Y vine a eliminar a todos los que hicieron que mi pasado fuera horrible...
Y no quiero que tu estes envuelto en eso...

-Le dice con un tono más frío que sus palabras anteriores-

Iie!
Estoy dispuesto a no hacerte nada, Matsuri...
Pero no me detengas...

-Voltea, observando a toda la Aldea-

Odio el 99.8% de lo que hay en esta Aldea...
Y no puedo simplemente olvidar ése odio.
Por favor, entiéndeme...
Yo los odio... Y te amo...
Sólo por ti, no haré nada esta vez...
Pero no me detengas...

Iie!
No pienso volver a este lugar!
Además... Ya te lo dije... Por ti, y por mi hermana, no haré nada...
Esta vez...
Pero no te metas en mi camino, Matsuri.

-Voltea, mirándola a los ojos, de una manera fría y llena de odio-

Eso no es cierto.
Dudo que tu misma creas esas palabras...
Sé que no eres capaz de dañar a alguien que conozcas, mucho menos de la Aldea.
Si no estas conmigo, estas en mi contra, Matsuri.

-Vuelve a voltear, dándole la espalda-

Así que no te interpongas...
O tendré que quitarte del medio...

Es sólo que...
Ya te dije... Tu eres una de las pocas que... Me hace sentir otra cosa que no sea odio...
Y, si de verdad estas conmigo...
Entonces demuéstralo.

-Gira un poco la cabeza, mientras la observa-

Deja la Aldea, y únete a mi...

Ya te lo dije...
No sera hoy, sólo por ti...
Pero pienso volver, y acabar con esta Aldea.
Así lo quieras, o no.

-Voltea completamente, mientras la observa a los ojos, esperando su reacción-